Los planetas gigantes, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, son verdaderos colosos rodeados por impresionantes sistemas de anillos. Albergan casi 300 lunas, cada una con características únicas. Algunas de estas lunas, como Europa y Titán, tienen océanos subterráneos de agua líquida y condiciones que podrían favorecer el desarrollo de la vida. Su estudio nos proporciona pistas sobre la formación y evolución del Sistema Solar.